En marzo del año pasado un medio estadounidense (1) preguntó a la ministra de educación de Finlandia en ese entonces, Henna Virkkunen ¿cómo era la evaluación docente en su país?; a lo que ella respondió que el sistema educativo finlandés se basaba en la confianza y la cooperación, y que si habían evaluaciones, éstas se hacían no para controlar el desempeño docente sino para lograr su desarrollo. Se ha escrito y discutido mucho sobre las bondades del sistema educativo finlandés. Entre otras de sus características ejemplares, se encuentra que Finlandia no tiene un sistema de evaluación externo para los docentes; el estado finlandés promueve la autoevaluación de instituciones educativas y de docentes y está claro que deposita su confianza en el buen criterio de sus profesores al tener un sistema bastante descentralizado (para tener una idea de tal descentralización hay que entender, por ejemplo, que el director de una escuela puede contratar el personal que mejor convenga). Cada e...
Educación para la Ciudadanía en el Perú