Hoy los profesores del VES tuvimos un taller sobre necesidades educativas especiales y diversificación del curriculo para niños y adolescentes con discapacidades. Descubrimos que el curriculo encierra una contradicción; por un lado, estipula competencias cuyo objetivo sería elevar el rendimiento académico que se ajuste a las demandas del sistema económico, y por otro, nos manda realizar adaptaciones curriculares disminuyendo los niveles de exigencia para alumnos con discapacidades intelectuales. Un tufillo discriminador se desprendíó de la discusión cuando finalmente N. R. preguntó: ¿cómo una institución puede elevar el rendimiento escolar que la ley obliga, si va a tener en cada aula adaptaciones curriculares grupales e individuales para alumnos con necesidades educativas especiales?
Hoy también, N. R. escribió las primeras líneas de una novela, después de tres intentos que se cuentan como obras inconclusas a lo largo de diez años. Vamos, N., persevera; al fin y al cabo, nadie va a leer tu novela, ¿qué temes?, ¿acaso ser un escritor fronterizo?, ¿y qué?
Hoy también, N. R. escribió las primeras líneas de una novela, después de tres intentos que se cuentan como obras inconclusas a lo largo de diez años. Vamos, N., persevera; al fin y al cabo, nadie va a leer tu novela, ¿qué temes?, ¿acaso ser un escritor fronterizo?, ¿y qué?