
Fue sentenciado a cadena perpetua en 1998 por enviar cartas bomba a aerolíneas y universidades causando la muerte de tres personas e hiriendo a otras 23; su nombre era Theodore Kaczynski pero la prensa lo apodó “Unabomber”. Se le recuerda aquí porque es de los anarquistas que han despotricado en contra de la tecnología y con sorpresa veo que es citado por un excéntrico tecnófilo, Kevin Kelly.
En la década de 1990, Kaczynski escribía lo siguiente:
El sistema no existe y no puede existir para satisfacer las necesidades humanas. En vez, es el comportamiento humano el que tiene que ser modificado para encajar en las necesidades del sistema. Esto no tiene nada que ver con la ideología política o social que pueda pretender guiar el sistema tecnológico. Es culpa de la tecnología, porque el sistema no está guiado por la ideología sino por las necesidades técnicas.
El año pasado, Kevin Kelly publicó un libro titulado “What Technology Wants” con un capítulo cuya denominación puede ser traducida como “Unabomber tenía razón”. El autor manifiesta que la tecnología es un ser emergente que ha cobrado control y autonomía, que es un ser vivo y como tal está sometido a las leyes de la evolución biológica.
En entrevista concedida a Andrés Hax tiene la osadía de explicar que la tecnología:
Es como un super organismo que tiene 2 cosas: tiene su propio comportamiento emergente que no está presente en los artefactos individuales. Por otro lado, ese comportamiento converge sobre ciertos patrones independientes que se repiten. Cuando tienes eso hay una autonomía limitada, pero no es binaria, no es que esté o no esté, es un continuo, tiene un poquito de autonomía como la puede tener una mascota. Lo que yo estoy sugiriendo es que esa autonomía está creciendo, pero estará al nivel equivalente a una planta que busca la luz. No es inteligente o consciente. Nosotros somos los aparatos reproductores sexuales de la tecnología y lo seguiremos siendo por mucho tiempo.
Para escándalo de luditas y neoluditas, veamos lo que dice en TED (si deseas subtitulos, elige Spanish).
En la década de 1990, Kaczynski escribía lo siguiente:
El sistema no existe y no puede existir para satisfacer las necesidades humanas. En vez, es el comportamiento humano el que tiene que ser modificado para encajar en las necesidades del sistema. Esto no tiene nada que ver con la ideología política o social que pueda pretender guiar el sistema tecnológico. Es culpa de la tecnología, porque el sistema no está guiado por la ideología sino por las necesidades técnicas.
El año pasado, Kevin Kelly publicó un libro titulado “What Technology Wants” con un capítulo cuya denominación puede ser traducida como “Unabomber tenía razón”. El autor manifiesta que la tecnología es un ser emergente que ha cobrado control y autonomía, que es un ser vivo y como tal está sometido a las leyes de la evolución biológica.
En entrevista concedida a Andrés Hax tiene la osadía de explicar que la tecnología:
Es como un super organismo que tiene 2 cosas: tiene su propio comportamiento emergente que no está presente en los artefactos individuales. Por otro lado, ese comportamiento converge sobre ciertos patrones independientes que se repiten. Cuando tienes eso hay una autonomía limitada, pero no es binaria, no es que esté o no esté, es un continuo, tiene un poquito de autonomía como la puede tener una mascota. Lo que yo estoy sugiriendo es que esa autonomía está creciendo, pero estará al nivel equivalente a una planta que busca la luz. No es inteligente o consciente. Nosotros somos los aparatos reproductores sexuales de la tecnología y lo seguiremos siendo por mucho tiempo.
Para escándalo de luditas y neoluditas, veamos lo que dice en TED (si deseas subtitulos, elige Spanish).