Comparto mi trabajo de las clases virtuales de Didáctica de la Ciudadanía, que la PUCP en convenio con la Unesco y el MINEDU vienen gestionando desde esta semana de noviembre.
Descrita una situación de aula planteada por Blythe (1998) y adaptada en el "Módulo de actualización sobre condiciones para aprender", debía comentarla respondiendo a ciertas preguntas. Luego había que proponer cinco acciones para un aprendizaje efectivo. La situación es la siguiente:
- En una clase de comunicación, los estudiantes escriben un ensayo sobre un tema controvertido.
- El docente
y los estudiantes establecen criterios para escribir un ensayo en el que se defiende
una postura.
- Leen un
ensayo que defiende un planteamiento con argumentos sólidos y otro que no lo
hace.
- En base a
la actividad anterior, los estudiantes deducen
criterios
para escribir un ensayo:
a) Enunciar la posición adoptada con
claridad.
b) Plantear los argumentos que
sustentan la posición.
c) Refutar los argumentos contrarios.
- Escriben
el primer borrador de su ensayo.
- Comparten
el borrador de su ensayo con un compañero. Opinan
por escrito sobre el borrador del ensayo, evaluando en qué medida cumple con
los criterios requeridos.
- Los
estudiantes revisan sus borradores tomando en cuenta las observaciones de sus
compañeros.
- Elaboran
la versión final de su ensayo.
- El ensayo
es evaluado por el docente y por los estudiantes de acuerdo con los criterios
establecidos.
Existen tres hechos concretos en donde los estudiantes
evidencian algún aprendizaje.
El primero está en el borrador del ensayo que han logrado realizar
después de la lectura, el que contiene las argumentaciones a favor y en contra
del tema.
El segundo cuando tienen que evaluar si los ensayos de sus compañeros
cumplen con las condiciones propuestas para la redacción.
Y el tercero, cuando elaboran la versión final del ensayo.
La identificación y análisis de argumentos y, posteriormente, la
redacción de un ensayo en donde los estudiantes definen una determinada
posición respecto al tema, implica que ellos establezcan nuevas asociaciones
cognitivas entre los conceptos y, por lo mismo, desarrollen estructuras
cognitivas relacionadas con el pensamiento crítico.
Si el tema es motivador y si se ha creado el ambiente propicio para la
defensa o crítica de ciertos puntos de vista, los docentes estarían en
condiciones de trabajar con el razonamiento argumentativo de los estudiantes. Lo
que en particular, debería lograrse, es que los estudiantes utilicen una gran
variedad de estrategias argumentativas; para ello se hace necesario aumentar el
conocimiento del tema y la comprensión de textos complejos.
En ocasiones procuro que para los debates en el aula se redacten los
argumentos en contra y a favor. He observado que los estudiantes del VI ciclo
de educación básica en una comunidad suburbana como la de “Villa El Salvador”,
tienen serias limitaciones para redactar más allá de tres líneas. Tienden a repetir los argumentos encontrados
en los textos que distribuyo. Comprenden muy poco lo que leen y me veo forzado
a simplificar los argumentos.
Sugiero como acciones para el tema Derechos Humanos en cuestión:
1) En grupos de 6 leen textos cortos sobre casos de atropello a los
derechos humanos por parte del Estado y de algunas empresas. En cada grupo se
preparan argumentos de las dos partes involucradas en uno de los casos, quienes
hacen de abogados defendiendo a las víctimas y quienes dan respuesta como
autoridades o empresarios.
2) Los abogados de cada equipo simulan la defensa de las víctimas ante
las autoridades y deben explicar qué derecho o derechos han sido atropellados
con las situaciones presentadas; para la argumentación utilizan texto con
extractos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Las autoridades o empresarios justifican su proceder con los argumentos
más convincentes.
3) Se reagrupan para compartir, observar
las coincidencias y mejorar la calidad de sus argumentos, los que representan a
los abogados por un lado, y por otro los que representan a las autoridades o
empresarios.
4) Vuelven al grupo original con los argumentos corregidos, exponen y
se pide el comentario a quienes forman parte de la audiencia.
5) Finalmente cada grupo elabora un informe con todos los argumentos
posibles sobre el caso asignado.
Uno de los casos a tratarse es el despido antisindical en
Southern Peru Copper Corp. que se encuentra referido en el documento "Acceso a la justicia: Empresas y violaciones de derechos humanos en el Perú":
A mediados del 2008 se produjo un
importante conflicto social en el
sur del país, en la región de
Moquegua. La razón principal del conflicto
era la repartición de
los ingresos producidos por el canon minero, pero otros reclamos e
intereses vinieron a sumarse a esa razón principal.
Como parte de esa protesta, diversos
sectores sociales se sumaron
a la movilización y al paro previsto,
entre ellos se encontraban los
trabajadores de la empresa Southern
Perú Copper Corporation. Los
hechos del contexto son conocidos en
la escena peruana como el “Moqueguazo”.
Con motivo de la huelga en Moquegua, la
Asamblea General de
la Federación Nacional de Trabajadores Mineros
Metalúrgicos y
Siderúrgicos del Perú decidió convocar a huelga
general indefinida
para el 30 de junio, lo cual se comunica a la
autoridad administrativa
laboral respectiva. La autoridad declara
improcedente la solicitud de
huelga y mediante resolución de
segunda instancia, fechada el 07
de julio siguiente, se notifica la
resolución de ilegalidad definitiva al sindicato de trabajadores. Para
entonces, los trabajadores de
Southern afiliados al sindicato ya se
encontraban en huelga por tres
y cuatro días, lo que motivó a la
empresa para sancionarlos con el despido.