Ir al contenido principal

Comunismo y democracia: ¿sistemas parecidos?


La gente vota y grita en las democracias, pero ni el voto, ni el grito dañan la hegemonía de los oligarcas en el poder. El Estado en las actuales democracias degeneradas es, si cabe, todavía más fuerte y dominante que el Estado soviético, además de mucho más inteligente. No necesita la censura porque ha logrado imponer la autocensura y gestiona el miedo y la mentira de manera sofisticada y hábil, logrando que los esclavos se sientan libres. Los poderosos en las democracias gozan de los mismos o superiores privilegios que los que disfrutaba la nomenklatura de Breznev: sueldos altos, coches oficiales, acceso a la corrupción y a fondos secretos, impunidad práctica, poder sobre los demás, ostentación, etc. 

El sistema seudodemocrático que nos gobierna y el anticuado sistema soviético funcionan con el mismo mecanismo básico: El Estado aplica fuerza letal a toda la población para abastecerse de todo lo necesario, sin tener que justificarse. 

Ambos estados recaudan de manera inmisericorde impuestos y encarcelan, a punta de pistola, al que se niega a pagarlos, esté o no de acuerdo con el fin a que se destinen esos fondos. Ambos sistemas han asesinado a Montesquieu y dominan y contaminan los grandes poderes del Estado, incluso la Justicia, que está sometida al poder político. Los dos sistemas interpretan las leyes como conviene al poder, aplicándolas con dureza al adversario y de manera benévola para el aliado. Un sistema y otro odian al ciudadano, han devaluado al individuo y lo han expulsado de la política, ejercida en régimen de monopolio por partidos que, aunque dicen respetar la democracia, funcionan internamente con reglas totalitarias, igual que el viejo PCUS. Ambos sistemas han ocupado la sociedad civil y la han llevado hasta el borde del exterminio, aunque la democracia lo hace hipócritamente, estrangulandola mientras habla de la importancia del ciudadano y proclama su respeto al equilibrio (inexistente) entre las esferas públicas y privadas. 

www.votoenblanco.com

Entradas populares de este blog

La Falsabilidad de Karl Popper

Al haber descartado a la inducción como método científico, por cuanto pensar que de la simple observación de hechos se pase al establecimiento de leyes no tiene justificación lógica, Popper propone un criterio de demarcación para distinguir a la ciencia de la pseudociencia: la falsabilidad. Según este criterio una teoría es científica si es refutable o falsable. Para Popper toda teoría debe ofrecer la posibilidad de someterse a prueba, es decir de contrastar su contenido, pero no buscando su verificabilidad sino su falsación. La falsación consiste en poner a prueba una teoría o hipótesis buscando hechos que demuestren su falsedad. Aquellas teorías que mediante este proceso sean refutadas serán falsas pero aquellas que no lo son pueden ser verdaderas. Todas las leyes y teorías, según Popper, son conjeturas o hipótesis de ensayo que son aceptadas provisional y temporalmente. A diferencia de los positivistas, Popper cree que la ciencia no tiene porque encerrar verdades absolutas. M...

La Constitución Política del Perú (¿1979 o 1993?)

Pese a quien le pese: La Constitución Política del Perú de 1979 se encuentra vigente y por ende todos los peruanos le debemos obediencia. Tal como lo estipula su Art. 307: Esta Constitución no pierde su vigencia ni deja de observase por acto de fuerza o cuando fuere derogada por cualquier otro medio distinto del que ella misma dispone. …Es inaudito el tiempo transcurrido desde el golpe de estado del señor Fujimori, y todavía, seguimos siendo gobernados por el infausto estatuto de 1993. Durante los últimos años, desde el principio de la dictadura han habido muchos grandes luchadores en defensa de la Constitución… hemos querido aunarnos a esta lucha y en los seis últimos años hemos reclamado a los gobiernos ilegítimos de turno, ya sea vía Informes, Denuncias, Manifiestos y otros medios, el inmediato retorno a la Constitución de 1979. Pero desgraciadamente la ilegitimidad continúa. Hemos pedido a los miembros de la Constitución del Congreso del régimen García, el inmediato cese a los int...

La Democracia como forma de vida

La democracia, más que una forma de gobierno, es, fundamentalmente, una forma de vivir asociados que construimos en el día a día. No es un asunto exclusivo de políticos y funcionarios, sino, más bien, es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros sin distinción alguna. Eduardo León (2001) sostiene que “No hay país democrático si no hay una cultura democrática, es decir, si su gente no es democrática”, toda vez que las distintas formas de relacionarnos influyen en el clima social en el cual vivimos. Así, pues, es importante tener presente que las relaciones interpersonales que se dan en la realidad deben estar basadas en la confianza, ya que ésta propicia la colaboración, el encuentro y búsqueda del bien común. En este sentido, el Instituto Bartolomé de las Casas (2005) afirma que “en un ambiente de desconfianza, de inseguridad y conflicto permanente, no podremos solucionar los problemas de nuestra comunidad”. Para que la democracia sea algo más que un conjunto de normas y leyes, p...